sábado, agosto 20

Migajas de la Mesa del Señor


Un precioso sermón sobre nuestro orgullo y la verdadera hambre de Dios. Extraido de la pagina: www.http://atacandodesderusia.blogspot.com/
Cuanta necesidad de meditar en este tema. ¡Ayudanos Señor!
Migajas de la mesa de Dios

(por Sergei Vinkovski, pastor ucraniano)

Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas pérdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.

(Mat 15:21-28)

Siempre me sorprende la profundidad de la Palabra de Dios. A veces lees algún pasaje de la Biblia y de repente descubres algo que no has notado antes. Aquí me conmovió como esta mujer Cananea gano el duelo con su orgullo.
¿Que diferencia hay entre los cristianos y la gente de este mundo? Por lo menos, ¿qué es lo que debiera diferenciarnos? : Es el hambre por Jesús. Esa hambre que no nos deja tranquilos, que nos estimula a orar. El hambre puede hacer que seas incomprensible para los demás. El hambre hace que uno no escoja la comida, porque cuando en verdad tienes hambre - comes todo lo que te dan. Cuando estamos satisfechos, empezamos a elegir :

¿"Y por que tengo que comer eso? "Yo quería otra cosa", "eso no quiero". Y cuando caminamos con cristianos satisfechos; a los cuales la Biblia llama tibios, estos no llegan a entender nuestra hambre. Cuando queremos orar, ellos dicen : ¿"Para que orar tanto? Disfruta todo lo que Dios te dio". El hambre nos hace incómodos a otras personas. Estamos buscando algo, lloramos, y la gente pregunta: "¿Que te pasa?". Estamos gritando, y ellos dicen:"¡Cálmate!".
El saciado no es amigo al hambriento, - dice el refrán. Por eso el cristiano satisfecho nunca entenderá al corazón hambriento. Jesucristo dijo: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados ". Para satisfacerse es necesario tener hambre y venir a Jesús con esa fe que estamos viniendo a la única fuente de vida y solo el puede saciarnos.
La mujer Cananea vino a Jesús por Tiro y Sidón. Y la primera frase que dijo, fue "Ten misericordia!". Presten atención, ella comprendía que esta pidiendo a aquel a quien no debería pedir. Cuando nosotros vamos a nuestro jefe para recibir nuestro salario, reclamamos - "Dámelo!"; pero cuando necesitamos dinero y no es la fecha del pago y todavía falta mucho, entonces lo pedimos "Ten misericordia, dame por favor, de mi sueldo te lo pagare todo". La mujer Cananea entendía, que no debería esperar la misericordia de Cristo , y por eso dijo : "Yo comprendo, que no tengo derecho, comprendo que no soy de Tu pueblo, pero te ruego, ten misericordia de mi! Tengo un problema muy grande, ten misericordia!". Y Jesús no le respondía. Su apariencia le decía "Voy por mis cosas. No me preocupa lo que paso con tu hija, tu no estas en mis planes". Pero a pesar de eso, ella no se detuvo, caminaba tras de El y gritaba y su voz era tan fuerte que los discípulos ya no soportaban mas y le rogaron a Jesús: "Despáchala, pues da voces tras nosotros!". Las personas hambrientas fastidian a los satisfechos. Pero la mujer no le preocupaba eso, ella iba y gritaba. Los discípulos no querían tal promoción, tenían vergüenza, que su Maestro ayudaba a todos, pero a esta mujer que grita y pide ayuda, no quiere hacerle nada. Ellos querían que se vaya y no molestara más. Y entonces como vemos, Jesús le dijo: " No soy enviado sino á las ovejas perdidas de la casa de Israel". Pero ella aun así no se callaba, y caminaba tras de El. ¿Creen ustedes que era tan fácil llegar donde estaba Jesús? Alrededor de El estaba la multitud, sus discípulos, cada uno de los cuales celosamente procuraba que nadie extraño se acerque a El . Y para ella, que no era judía, fue aun más difícil. Recuerdan como ellos le ordenaban al ciego Bartimeo callarse; cuando Jesús hablaba con la Samaritana, los discípulos le decían : "Rabbí, come". Y el les respondía : "Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis." Entonces ellos se molestaron "¿le habrá traído alguien de comer? ", sin embargo Jesús hablaba sobre la comida espiritual.
Pero la mujer Cananea vino a pesar de toda la multitud, porque su hambre venció a todos sus complejos humanos: la vergüenza, y el temor. No, ella ya no tenia temor, porque sabia, que esa es su única salida. Su problema era tan grande, que ella ya no podía detenerse. Ella aun caminaba tras de Jesús y pedía, pedía, pedía. Jesús le dio la respuesta terrible: "No es bien tomar el pan de los hijos, y echarlo á los perrillos". Los judíos llamaban a los paganos "perros". Y estas palabra no le son extrañas , ya las había oído varias veces y ya no le chocaban mucho. Pero ella gano la batalla con su orgullo, porque se conformo con estas palabras.. Imagínate, que vienes a una iglesia con una necesidad y el pastor te responde que eres un perro y tienes que irte. Tú huirías de allí y nunca más regresarías. Pero ella sabia que no tiene a donde huir.

Cuantos cristianos están orando por un trabajo. Y cuando el jefe nos dice: "¿ acaso sabes tú la diferencia entre una tijera y un cincel?", nuestra reacción es sentirnos ofendidos - "¿Quien cree que soy yo?" decimos y nos marchamos de allí. Entonces vemos que todavía no nos ha agotado el desempleo , si nosotros tan fácilmente nos vamos frunciendo los labios ; pero cuando si de verdad tendríamos hambre, entonces diríamos : "Deme este trabajo, deme todas estas llaves, tijeras, cinceles y yo le mostrare que se hace con ellos." Nosotros olvidamos nuestro orgullo e insistimos en aquello que necesitamos.
Esta mujer, olvidando de su orgullo, se conformo con las palabras de Jesús "Si, soy perro. No puedo pretender el pan de tus hijos. Ponle la mantequilla, dales para que coman, y yo solamente quiero las migajas". Ella sabia que los hijos de Dios no aprecian el pan, y no son tan cuidadosos con las migajas. Muchas veces nosotros también tomamos las bendiciones de Dios como algo que debe ser y no los apreciamos. Pero las personas hambrientas lo ven de otra manera. Y me parece, que esas personas, que hoy día aun están en pecado, a los cuales nosotros menospreciamos, algún día van a aprovechar aquello, de que nosotros, hijos de Dios, no somos muy cuidadosos. Ellos tomaran la migaja de nuestro pan y recibirán grandes bendiciones de Dios, y nosotros estaremos sentados, frunciendo labios, y hablando entre nosotros : “¿Como es que a gente como esta Dios lo bendice así?" En la vida muchas veces ocurre de ese modo, Dios bendice a aquellos, quienes a nuestro criterio, no lo merecen. Aquellas personas, que todavía tienen olor de cigarrillos, vienen a la iglesia, oran, y reciben enormes bendiciones de Dios. Y nosotros nos sorprendemos : Como puede ser así? Simplemente ellos están contentos con las migajas del cielo, ellos lo aprecian. Pero nosotros tenemos el pan, y Dios quiere que aprendamos a apreciarlo.
Cuando hacen el pan, toman harina, sal, agua, levadura y todo se mezcla. En el pan hay un porcentaje de harina, agua, levadura y sal. Así mismo en la migaja de este pan hay el porcentaje de todo esto. La migaja y el pan tienen el mismo contenido.
Jesucristo dijo, que El es pan del cielo. Aquellos, a quien El vino, muchas veces lo despreciaban. Y aquí viene una mujer hambrienta y pide: "Dame, dame al menos una migaja, yo no pretendo el pan!"
Cuanta gente alrededor nuestro reciben las bendiciones, y nosotros nos sorprendemos: ¿"Señor por que ellos? ¿Por que no nosotros?" Recuerdo que la gente se molesto cuando Jesús les recordó sobre aquellos que tenían bendiciones de Dios. "Muchas viudas había en Israel en los días de Elías... Pero á ninguna de ellas fue enviado Elías, sino á Sarepta de Sidón.. Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; mas ninguno de ellos fue limpio, sino Naamán el Siro .." (Luc. 4:25-27) Y entonces todos en la sinagoga fueron se llenaron de ira. ¿Por que estas personas fueron señaladas por Jesús? ¿Imaginan ustedes, cuanto tuvo que soportar Naamán , y aquella viuda? Ella dijo - "Tengo un poco de harina y aceite, haremos pan y moriremos.." Pero Elías le dijo - Dame este pan. Y ella se lo dio y vivió.
Y Naamán : ¡Cuanto oro tenia! Con que fervor muchos hoy día orarían por su sanación a cambio de ese dinero! Aquí ya se manifestarían todos los dones! Ahora los cristianos quieren a los clientes bondadosos. Oran y lloran! Y ofenden a Dios..

Naamán esperaba que saliera el mismo Eliseo, pero salió un mensajero y le dijo "Ve, y lávate siete veces en el Jordán.." Si yo estuviera en lugar de Naamán, tal vez sacaría mi espada ¿Como Elías pudo hacer algo semejante ? Acaso los ríos de Damasco son peores que este?!" Yo he estudiado este asunto y diré – mucho más . Jordán es un rio que no llama atención, y en aquellos tiempos era aun mas turbio. Naamán pensaba que el profeta iba a invocar el nombre de Dios, pero fue así de simple.. Pero allí estaban sus criados, empezaron a rogarle : "Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la hicieras? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? " (El que ellos lo llamaron "padre" nos muestra que Naamán era bueno; los criados de los amos malo no los llamaban "padre"). Y yo me imagino como el se lavaba allí en Jordán. Tal vez con cada vez el pensaba : "Que tonto soy, que estoy haciendo? Soy un hombre adulto, serio, un general! Y estoy curando la lepra en este sucio rio israelí! "

Cuantas veces, cuando Dios nos manda hacer algo, decimos : Que tontería! Y así perdemos la bendición. Me acuerdo como una vez en el culto, una hermana estaba compartiendo de la misericordia de Dios, mostrada a ella. Ella hablaba con palabras tan simples, que yo ya pensaba levantarme y detenerla. Ella hablaba así, como para los niños. Y de repente entendí : Que el diablo mandaba estos pensamientos para quitarme algo. Rápido saque una hoja y empecé a anotar todo lo que decía la hermana. Y mientras lo anotaba, Dios me mostraba a travez de aquello las profundidades de su sabiduría. Y de las palabras de la hermana en mi mente nacían predicas. Y es allí cuando entendí que muchas veces perdemos la bendición, porque somos muy sabios. Alguien sale a predicar y nosotros ya pensamos: "Ya he escuchado eso, ya lo se. Oh, si a mi me pusieran a predicar!.." Hay también personas así, que están en la reunión y piensan :" Ah esta predica es para este, y esta - para aquel.. " Y ellos no piensan que esta predica es para ellos mismos. Y estas personas se van después de la reunión sin recibir la bendición. Pero aquellos que vienen y lloran: "Señor, hoy vine a Ti por mi madre enferma, por mi esposo-alcohólico, por mis hijos que hablan palabras hirientes. Señor yo te pido las migajas, solo migajas para recibir aquello que yo te pido".
¡Vamos a reexaminar nuestros valores!. ¿Que estamos buscando y hacia que nos precipitamos? A veces, cuando vienen los problemas, nosotros olvidamos a Cristo y que podemos venir a El. Concentramos toda nuestra atención en esos problemas y ya no podemos ver nada más. Un día vino a mi una hermana y me conto que la dejo su esposo. Yo de dije: "Hermana, pero Jesús te ama" , pero veo que esto no le alegra. Es un estado terrible, cuando estos pensamientos nos han dominado : "Y qué, que me ame Jesús! Tengo una esposa terrible; me dejo mi esposo; me vino una enfermedad..." Y yo quiero decirles- ALGO MUY importante ¡QUE NOS AMA JESUS ! Eso es lo más importante en nuestras vidas. Es el pan, que descendió del cielo. Hoy nosotros regateamos con Dios: "Haz esto Señor o haz aquello – y yo te voy a alabar, si me das un carro - eres un Dios bueno, sino - eres malo". Nos olvidamos, que tenemos que alegrarnos con aquellas migajas que caen de la mesa de Dios. El Apóstol Pablo dice:
Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. (1Ti 6:8)

¿Estamos alegres porque nos ama Jesús? Cuando tengo vestido y puedo y tomo te en la mañana, tengo que estar contento. Soy un hombre feliz. Nuestra alegría tiene que ser constante. ¡Me ama Jesús!, y El resolverá las problemas. Déjale tus problemas, agárrate de su mano.

¿Por que no se resuelven los problemas? Es porque nosotros nos agarramos de ellos, corremos alrededor de ellos y no los dejamos a Jesús. Comprendan, en el mundo no hay nada que puede disminuir nuestra alegría en Jesucristo. El diablo esta interesado en que nosotros suframos y corramos alrededor de nuestros problemas. Pero Dios dice que primeramente tenemos que buscar Su reino y todo lo demás será añadido. Solo necesitamos poner esfuerzos.
Si aquella mujer Cananea hubiese corrido alrededor de su hija, entonces estaría corriendo hasta el día de hoy si aun la muerte no se la hubiera llevado . Pero llego el momento cuando ella dejo todo y vino a Jesús, porque comprendió - en El esta la respuesta. El la despacho, pero ella no se ofendió, y le pedía...
Ella se conformo con el papel de perro. "Yo se, que Tus hijos comen el pan no muy cuidadosamente, y algo de la mesa. Yo tomare estas migajas, y mi hija será sanada". Esta mujer sorprendió a Jesús, y le dijo :"Grande es tu fe". El buscaba esa fe en su pueblo y no la encontraba. A El siempre le sorprendían las personas de otro pueblo: aquella viuda de Sarepta, Naamán, el centurión, y ahora esta mujer. Jesús buscaba esa fe en Israel, pero no la encontraba. Es porque los suyos ya se acostumbraron.
Nosotros venimos a la reunión, y ya sabemos todo de antemano, como será. La hermana saldrá a cantar, después va orar el hermano.. ( Con la condición que no me retengan mas tiempo... decimos); Pero, cuando viene una persona hambrienta !..
Ahora quiero llamar su atención a otras migajas. Vemos a Lázaro, que estaba echado a la puerta del rico (Lucas 16:19-21). Aquello, que Lázaro fue llevado al seno de Abraham muestra que fue un hombre santo. Y es verdad, muchos santos en la tierra temen varias necesidades. No estoy en contra de aquellos métodos con los cuales los cristianos quieren cambiar su situación. Pero noten un detalle: Lázaro quería migajas de la mesa del rico. Y ahora los hijos de Dios quieren alimentarse de la mesa de este mundo, con las migajas, olvidando el Pan que Dios nos da, como a sus hijos. Y con todo esto nos sorprendemos , ¿por que Dios se queda callado?, ¿por que no responde? Porque Dios no quiere que comamos migajas de la mesa de este mundo, El quiere alimentarnos con su Pan.

Yo me acuerdo aquel día, cuando vine a casa, y tome el alicate y corte la antena del televisor, ante todos mis familiares. Muchos decían: "Pero hay programas cristianos!" Pero yo dije: "Que los impíos los vean, ya que fueron hechos para ellos". El cristiano, que va a mirar los programas cristianos o las noticias (que pudieran leer )después cambiaran a otro canal y luego van a mirar otra cosa. Nosotros mismos nos engañamos y queremos engañar a Dios. En la tele vemos tantas tonterías; y ¿que oración puede ser producida después? Yo no quiero ser aquel que esta echado bajo las mesas de los poderosos de este mundo y anhelar las migajas de sus mesas.
Ahora Dios quiere que nosotros pongamos correctamente nuestras prioridades. El centro y la base de todo nuestro ser debe ser Jesucristo. Despertándose en la mañana, vamos a pensar en El, y no en nuestras problemas, y allí entonces veremos como cambiara nuestra vida. La gente vera estos cambios. Jesús es el pan, y yo soy feliz! Alguien pensara: "Estoy enfermo" - déjalo a Jesús; "pero mi hijo..." - déjalo a Jesús; "pero mi esposo..." - déjalo a Jesús!
Alábale, alégrate en El, regala a todos la alegría, amor y calor. Es mucho mejor que andar deprimidos y refunfuñando. Jesús dijo, que somos sal de la tierra. Y la sal guarda de corrupción, da el gusto, causa la sed. Todo eso tenemos que hacer nosotros. Tenemos que interrumpir a la gente que esta pecando , debemos llamar la sed, que la gente quiera escucharnos. Tenemos que llamar la sed, contándoles de Dios para que ellos vengan una y otra vez a escuchar.
Nosotros no tenemos derecho de dejar que la gente tenga oportunidad de reírse de nosotros. Ellos nos van a decir: "¿Y qué, que eres cristiano? Eres pobre, sin trabajo, estas enfermo, tu esposo es un alcohólico..." Que esto no les preocupe, hermanos. Nuestro apoyo, nuestra roca, nuestra esperanza es Jesús. El nunca nos dejara, nunca nos va a fallar. Jesucristo es nuestro Señor, El es aquel a quien yo creo, a quien no dejare. La mujer Cananea nos mostro que aun una migaja , que nos da el Señor, es suficiente para resolver todos nuestros problemas. Cuan fácilmente los cristianos ahora van al compromiso con su conciencia. Y no ven que aquel día cuando pueden ser resueltos sus problemas, lo están postergando más y más..

Una migaja de la mesa de nuestro Dios es suficiente para resolver todos nuestros problemas. Pero el Padre quiere dar nosotros , sus hijos, el pan.
Jesús dijo , que El es el Pan, que da la vida, que descendió del cielo. Entonces vamos a revisar nuestra vida y arrepentirnos porque estamos tomando las migajas no de la mesa de Dios, sino de la mesa de este mundo. Vamos a apreciar el pan, que nos da el Señor, entonces veremos como cambiara nuestra vida, cuando todas las problemas dejaremos a Jesús.

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