La paciencia tuvo en el Señor su obra perfecta, y hasta el último día de la fiesta alegó con los judíos, así como en este último día del año alega con nosotros y espera mostrarnos su misericordia.
Admirable, en verdad, es la paciencia del Salvador. Pues año tras año se muestra indulgente con algunos de nosotros, a pesar de nuestras provocaciones, de nuestras rebeliones y de nuestra resistencia contra el Espíritu Santo. ¡Es una verdadera maravilla que todavía estemos en la tierra donde se nos ofrece misericordia! La piedad se manifestó muy claramente, pues Jesús clamó, lo que no solo implica el tono elevado de la voz, sino la ternura de su acento. ÉL nos suplica que seamos reconciliados. “Os rogamos dice el apóstol, como si Dios mismo rogase por medio nuestro”
¡Cuán ardientes y patéticas son estas palabras! ¡Cuán profundo debe ser el amor que hace que Jesús llore por los pecadores y que, igual que hace una madre, invite a sus hijos a ir hasta su seno!
Ante el llamamiento de tal clamor, nuestros corazones acudirán gustosos.
Se hizo muy abundante provisión .Todo lo que el hombre necesita para apagar la sed de su alma, le ha sido dado. La expiación lleva paz a su conciencia; el evangelio lleva a su entendimiento la mas valiosa instrucción; la persona de Jesús es para su corazón el objeto mas noble de su amor; la verdad (como es en Jesús) da a todo su ser el alimento más puro. La sed es terrible; pero Jesús la apaga.
Aunque el alma esté pasada de debilidad, Jesús la puede restablecer
La proclamación se hizo para todos indistintamente.
Todo el que tiene sed es bienvenido. No se hace distinción .Lo único que se requiere es tener sed. Todo el que sufra de la sed de la avaricia, ambición, placer, conocimiento o descanso, es invitado. Quizás la sed sea mala en sí misma, y no tenga ningún indicio de gracia, sino más bien de excesivo pecado que ansía hallar satisfacción. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que el Señor Jesús no extiende la invitación porque haya algo bueno en la criatura, sino lo hace espontáneamente y sin acepción de personas.
Se proclamó mu ampliamente la personalidad de Jesús. El pecador tiene que ir a Jesús, y no a las obras, a los ritos o a la doctrinas. Tiene que ir a un redentor personal, (el cual mismo llevo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero) La única estrella de esperanza para el pecador es el Salvador que sangra, que muere y que resucita. ¡Que Dios nos dé gracia para venir ahora y beber, antes de que se ponga el sol de este último día del año!
Aquí no se sugiere ninguna esperanza ni ninguna preparación. Para beber no se requiere ninguna aptitud. El necio, el ladrón, la ramera, pueden beber; y por lo tanto, la perversidad de carácter no constituye un obstáculo para que se invite a la gente a creer en Jesús. Para llevar agua al sediento no necesitamos ni copa de oro, ni cáliz adornado con piedras preciosas. La boca de la pobreza esta invitada a inclinarse a beber abundantemente de este manantial. Los labios leprosos e inmundos pueden tocar la fuente del amor Divino; al hacerlo así, no solo no la contaminaran, sino que saldrán de ella purificados. Jesús es la fuente de la esperanza. Querido lector oye la cariñosa voz del querido Redentor, mientras clama a cada uno de nosotros:
SI ALGUNO TIENE SED, VENGA A MI Y BEBA
Charles H. Spurgeon
He querido compartir esta reflexión pues ha sido un año mas para celebrar la fidelidad de nuestro Señor a pesar de mis provocaciones como dice Spurgeon , a pesar de mis muchas torpezas , a pesar de mi perseverar en mi comportamiento , EL HA SIDO FIEL , HA SIDO BUENO, PACIENTE , HA SIDO UN PADRE CONSOLADOR ,UN PADRE QUE ME DIO ANIMO Y VALOR MUCHAS VECES , NUNCA DEJO QUE PAN DE MI MESA FALTE , EL PAN ESPIRITUAL Y FÍSICO , ME HA ENGREÍDO MUCHAS VECES Y OTRAS TAMBIÉN HA SIDO MUY DIRECTO , ¡MUCHAS MUCHAS GRACIAS DIOS MIO POR PERMITIRME ESTAR UN AÑO MAS CONTIGO!, ¡MUCHAS MUCHAS GRACIAS POR TU PACIENCIA!
¡NADIE COMO TU SEÑOR !
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